El acceso a energía de forma segura y a bajo costo es un factor fundamental para definir el destino de los grandes proyectos de inversión en el mundo. Esta tendencia internacional ha propiciado que un gran número de países reformarán sus leyes para fomentar el desarrollo de proyectos de generación energética a través de fuentes renovables que permitan garantizar su competitividad.
México cuenta con un gran potencial de generación de energías renovables, especialmente energía solar, ya que el país tiene una ubicación geográfica privilegiada, dentro de una de las zonas con mayor irradiación solar a nivel mundial. Sin embargo,hasta hace muy poco tiempo este tipo de energía era muy limitada en la matriz energética del país debido a las condiciones de costos y eficiencia, por lo que otras fuentes de generación se consolidaron como prioritarias. En la búsqueda para revertir esta situación, los avances tecnológicos se han convertido en un gran aliado y hoy la energía solar se presenta como la fuente de generación más competitiva del mercado.
Los sistemas energéticos de todo el mundo están entrando en una fase de transformación. En años recientes diferentes países, incluidos Alemania y México, han iniciado procesos de transición energética adoptando objetivos ambiciosos para avanzar hacia una economía con bajas emisiones de carbono y mercados energéticos plenamente integrados. Además, la mayoría de los países del G20 han decidido ratificar su apoyo a los Acuerdos de París sobre el Clima (COP21), aprobando un plan de acción por el clima y la energía, para acelerar la transición hacia un futuro resiliente y bajo en carbono y limitar el calentamiento global muy por debajo de 2°C.
Alemania está desempeñando un papel prominente en este proceso de transformación, habiendo adoptado uno de los programas de transición energética más ambiciosos de todas las naciones industriales: la Energiewende.Con esta estrategia a largo plazo, iniciada hace más de una década y vigorizada tras el accidente nuclear de Fukushima, el país ha decidido transformar fundamentalmente su sector energético, eliminando en las próximas décadas la energía nuclear y el uso de carbón a favor de las energías renovables. En el contexto internacional, las adiciones de capacidad instalada de energía eléctrica renovable marcan record, duplicando las nuevas inversiones de la capacidad de generación de combustibles fósiles.
La capacidad solar fotovoltaica fue la tecnología que más creció en 2016, representando 47% de las adiciones totales,seguida de la energía eólica y energía hidráulica. Los precios de la electricidad a partir de la energía solar caen drásticamente año con año en diferentes economías del mundo, alcanzando en algunos casos precios similares o inferiores a los precios de la electricidad generada a través de combustibles fósiles.
Gracias a la dramática reducción de costos de la tecnología, los países en desarrollo aprovechan esta situación para establecer estrategias nacionales de incorporación de esta fuente de energía en los mercados eléctricos locales. En América Latina, Brasil, México y Chile han sido los principales países de la región que registran mayores inversiones en energías renovables, donde sobresalen nuevas inversiones en energía eólica y solar.